La pulpotomía es un procedimiento por medio del cual se resuelven los casos en los que la pulpa dental ha resultado dañada. Se realiza en piezas de la dentición temporal, por lo que deberás acudir al odontopediatra. En las definitivas, el procedimiento se llama endodoncia. Es distinto a la pulpectomía, un procedimiento más extenso y complejo que afecta toda la extensión de la pieza dental afectada.
¿Cuándo un diente requiere una pulpotomía?
Existen ciertas situaciones en las cuales se puede producir una pulpitis. Seguramente has escuchado este término, con el que designamos a la inflamación del tejido blando ubicado dentro de cada pieza. Es la pulpa y contiene los vasos sanguíneos que nutren los dientes y el nervio dental.
Las causas que generan esta enfermedad pueden ser un traumatismo con fractura de la dentina o una caries avanzada. De no ser tratada, la inflamación puede causar dolor y sensibilidad al principio, cuando se encuentra en fase serosa. Posteriormente, se presentan infección y supuración y es la fase purulenta. Esto desencadena un proceso de reabsorción y finalmente la muerte del tejido blando, con lo que el diente terminará por desprenderse.
El tratamiento consiste entonces en retirar el tejido blando contenido en la corona y que se ha lesionado. Este procedimiento, a diferencia de la pulpectomía, respeta la pulpa ubicada en las raíces, con lo que la pieza dental conserva su vitalidad y se preserva.
¿Cómo se hace la pulpotomía?
Este tratamiento es un procedimiento endodóncico que se realiza exclusivamente en los dientes de leche, lo cual evita que haya daño al diente definitivo subyacente. Lo primero que hará el odontólogo cuando tu hijo esté en el consultorio será tomar una radiografía para determinar la extensión del daño a la pieza dental y al tejido pulpar. Posteriormente y bajo anestesia infiltrativa local se procede a aislar la pieza dental.
Si lo que se está tratando es una caries, se procede a eliminar la dentina y el esmalte dañados y si es una fractura se eliminan los fragmentos. Posteriormente se abre la cámara pulpar con la fresa. La pulpa dañada se retira con un instrumento filoso diseñado para evitar el sangrado. La porción radicular restante se fija con fármacos derivados de una sustancia llamada cresol, para evitar el sangrado posterior. Estos medicamentos se aplican mediante un algodón humedecido y se da un tiempo para que puedan actuar.
A continuación, se puede obturar la abertura con materiales como el composite, el hidróxido de calcio o el óxido de zinc. Sin embargo, en algunos casos el daño solo puede repararse colocando a tu niño una corona. Este procedimiento requiere que lleves a tu hijo a controles posteriores frecuentes con el odontopediatra. La evolución favorable permitirá preservar la dentición definitiva.
La adecuada higiene bucodental es la mejor manera de prevenir caries que puedan desencadenar una inflamación y requerir una pulpotomía. El correcto cepillado, el uso de colutorios y de dentífricos con flúor son la manera de evitar las caries. Recuerda también reducir el consumo de azúcar en la dieta de tus niños.