Preguntas frecuentes - FAQ
- Enrojecimiento de las encías.
- Sangrado de las encías con el cepillado.
- Mal aliento y mal sabor de boca.
- Sensación de “dientes largos”.
- Separación de dientes.
- Sensibilidad al frío.
- Movilidad de dientes.
- Encías desprendidas de los dientes.
- Cambios en la forma en que los dientes encajan al morder.
Sí. El objetivo del tratamiento periodontal es controlar la infección bacteriana y paralizar el proceso de destrucción del hueso de soporte. Cuanto antes se haga el diagnóstico de la enfermedad periodontal y se realice el tratamiento, menor será la pérdida del hueso y mejor será el pronóstico a largo plazo.
Las últimas investigaciones muestran que las infecciones periodontales afectan negativamente a pacientes que padecen enfermedades sistémicas crónicas como diabetes, enfermedades cardiacas, circulatorias, respiratorias, etc. Además, se ha encontrado asociación entre periodontitis y riesgo de infarto de miocardio, accidentes cerebrales vasculares, riesgo de partos prematuros y niños de bajo peso en mujeres embarazadas.
Las bacterias responsables de la enfermedad periodontal se transmiten a través de la saliva. Esta transmisión se efectúa dentro de la pareja y de padres a hijos. Si su pareja tiene enfermedad periodontal es aconsejable consultar con su periodoncista del mismo modo que si sus padres o hermanos tienen una forma severa de enfermedad periodontal.
El tabaco tiene más de 4000 componentes conocidos, entre ellos el monóxido de carbono, el cianuro de hidrógeno y la nicotina, molécula responsable de la adición. Los fumadores, independientemente de la higiene, presentan formas más graves de enfermedad periodontal y su respuesta al tratamiento es peor. La cicatrización de los tejidos es deficiente, siendo mayor las complicaciones en el tratamiento con implantes.
No. Si las encías sangran, ya sea espontáneamente o al cepillarse, es que tenemos un problema leve (gingivitis) o grave (periodontitis) que necesita una valoración y un tratamiento.
Los cambios hormonales que se producen en el embarazo, sobre todo en el segundo y tercer trimestre, sumados al acúmulo de placa bacteriana, aumentan la inflamación, mal aliento, sangrado de las encías, etc. Es la gingivitis del embarazo presente en más del 70% de embarazadas. En embarazadas que ya tienen periodontitis, la enfermedad se les agudiza. Conviene extremar las medidas de higiene a lo largo del embarazo y acudir al periodoncista para valoración y tratamiento.
En la osteoporosis la densidad del hueso está disminuida. Cabe esperar que la acción de las bacterias unida a otros factores como el tabaco, dieta, nivel hormonal, etc. haga que la perdida de hueso sea mayor que en una persona con una buena masa ósea. Hay estudios que relacionan la densidad ósea reducida con un aumento de la gravedad de la enfermedad periodontal.
Si las encías están sanas las fuerzas de la oclusión (apretamiento-bruxismo) no causan daño en el hueso de soporte ni perdida de hueso ni de encía. Por el contrario, si las encías están enfermas, pueden aumentar las lesiones inflamatorias y la perdida de hueso.
El estrés se asocia con la enfermedad periodontal grave, así como con una peor respuesta a la cicatrización en el tratamiento periodontal. Además, el estrés se relaciona con el tabaquismo, consumo de alcohol, peor higiene y peor respuesta de las defensas del organismo.
No se ha encontrado relación entre la dieta y la enfermedad periodontal, aunque sí se relaciona la presencia de caries con la ingesta de azúcar. Alimentos como frutas y verduras facilitan la auto-higiene bucal.
El cepillo debe ser pequeño para acceder a todas las áreas de acumulación de placa, tener una textura que permita limpiar sin dañar ni los dientes ni las encías y estar hecho de filamentos sintéticos de mediana o suave rigidez que permita que el cepillo se seque entre uso y uso. El cepillo debería cambiarse cada tres o cuatro meses.
El cepillo dental eléctrico es superior al manual cuando lo usan individuos imposibilitados o poco habilidosos manualmente. También es aconsejable en personas que se cepillan con mucha energía dañando las estructuras dentarias (dientes y encías), porque con el cepillo eléctrico se controla la fuerza mejor que con el cepillo manual.
La boca es muy susceptible de sufrir efectos secundarios al tratamiento químico del cáncer. Son frecuentes las mucositis, infecciones, dolor, hemorragia, trastornos del gusto, disminución de la saliva, dificultad para tragar; además, las medidas de higiene se ven limitadas por el dolor y la hemorragia. Por todo lo anterior es imprescindible evaluar la enfermedad bucal, tanto dentaria como periodontal antes de iniciar el tratamiento de quimioterapia además de extremar las medidas de higiene durante y después del tratamiento.
Las enfermedades periodontales pueden ser más severas en diabéticos con mal control de la glucemia. Además, las enfermedades periodontales no tratradas pueden hacer que los diabéticos tengan más dificultad para controlar su glucemia. Actualmente se considera la enfermedad periodontal como la sexta complicación de la diabetes.
Si la higiene no es la correcta, la malposición dentaria facilita el acúmulo de placa y la inflamación y favorece la gingivitis y la periodontitis. Sin embargo, las personas con malposición dentaria y con una buena higiene bucal, al no permitir que se acumule la placa bacteriana, no van a tener problemas periodontales.
Las lesiones producidas por los piercing son muy diversas, desde dolor, hemorragia, infección, edema, daños neurológicos, lesiones en dientes con fracturas, alteración de la deglución, etc…. Las más frecuentes son las recesiones gingivales, tanto en piercing linguales como en labiales, que pueden llevar en algunos casos a la pérdida de uno o más dientes.
Gran parte de los problemas de halitosis se originan en la boca y están relacionados con la periodontitis. Un porcentaje pequeño tiene su origen en problemas respiratorios o digestivos. El tratamiento de la enfermedad periodontal puede solucionar los problemas de halitosis.
Si. Tienen mayor susceptibilidad de contraer la enfermedad: un defecto en la respuesta de las defensas del organismo a las bacterias responsables de la enfermedad los hace más susceptibles de contraer la enfermedad y de desarrollar una forma agresiva de periodontitis y de pérdida temprana de dientes.
Sí, creando unos buenos hábitos higiénicos. La eliminación diaria de la placa bacteriana en la mayoría de las personas previene los problemas dentales y periodontales. La limpieza de la boca debe comenzar en los niños desde los primeros meses de vida, antes de que broten los primeros dientes.
No hay diferencias entre hombres y mujeres respecto a la susceptibilidad de sufrir enfermedad periodontal. En algunos estudios las mujeres muestran una mejor salud periodontal, fruto de mejores hábitos higiénicos. Por otro lado, los cambios hormonales en las diferentes etapas de su vida (menstruación, embarazos, menopausia) pueden provocar alteraciones pasajeras.
Hay medicamentos que pueden provocar secundariamente problemas en las encías, como inflamación, sangrado y crecimientos gingivales:
- Antiepilépticos como la fenitoina.
- Inmunosupresores que se administran después de los trasplantes como la ciclofosforina.
- Bloqueantes de los canales del calcio utilizados contra la hipertensión como el nifedipino.
- Anticonteptivos orales.
- Todos los medicamentos que producen sequedad de boca y secundariamente problemas de encías y caries (antidepresivos)