Raspado dental: un tratamiento enfocado al cuidado de tu boca y encías

Nuestra sonrisa es nuestra seña de identidad. En ocasiones, el padecer algún problema dental hace que no sonriamos libremente, que ocultemos nuestra boca y que no nos expresemos con la naturalidad que nos gustaría.

La base sobre la que se asientan los dientes, y nuestra salud buco-dental, son las encías. Para disfrutar de unas encías sanas debemos mantener a raya a su mayor enemigo: la placa. Una forma de eliminarla es mediante el tratamiento del raspaje dental. Analizamos en qué consiste.

Placa bacteriana, caries y enfermedad periodontal

La placa se forma como consecuencia de una higiene dental deficiente o incorrecta. Está compuesta por bacterias que se depositan sobre la superficie de dientes y encías, formando al principio una película invisible o biofilm que, de no ser eliminado mediante el cepillado, se endurece, dando lugar finalmente a la temida placa. Una vez establecida, solo podrá eliminarla un odontólogo.

Las bacterias que forman la placa deterioran el esmalte de nuestros dientes produciendo caries, pero esto no es todo. De no poner remedio a tiempo, corremos el peligro de sufrir enfermedades de las encías. La gingivitis y la periodontitis se producen cuando esas bacterias profundizan en la estructura del diente llegando también a los tejidos blandos: encías, ligamento periodontal y raíces dentales. Llegados a este punto, una limpieza bucal profesional no será suficiente y tu odontólogo puede recomendarte realizar un raspado dental.

curetaje dental

Qué es el raspado dental

Consiste en la eliminación mediante raspado del sarro, la placa y de las impurezas depositadas por debajo de la línea de la encía, alcanzando la raíz del diente. Para ello, el higienista o el odontólogo utilizan un instrumento denominado cureta, de ahí su nombre. La clave está en llegar a las bolsas periodontales, por debajo de la línea de la encía.

Una bolsa periodontal es el espacio formado entre encía y diente, que se hace más profundo cuando existe enfermedad periodontal. A mayor profundidad, mayor número de bacterias. De ahí la importancia de detener su avance.

Un curetaje dura aproximadamente una hora y suele hacerse con anestesia local. Por tanto, a pesar de ser un tratamiento invasivo, es indoloro.

Cuándo hacerte un raspado dental

En el caso de que haya indicios de enfermedad periodontal o que ya esté establecida, someterte a un raspado resulta imprescindible para detener su avance.

Si padeces gingivitis o periodontitis, la infección puede pasar de las encías al ligamento periodontal e, incluso, al hueso. Si estos últimos sufren daños irreversibles, el desenlace final es la pérdida de la pieza dental.

Después del raspado

Es normal que las encías sangren durante su realización o en los días posteriores. No debes alarmarte. También es común presentar sensibilidad dental en los días posteriores a un raspado. Si sufres dolor leve o moderado, pide a tu odontólogo que te recete algún analgésico.

Tu boca ha sufrido en cierta medida una agresión y necesita recuperarse. Para el cuidado de tus encías, utiliza un cepillo dental suave y realiza enjuagues con colutorios, suero fisiológico o antisépticos.

Por lo demás, con mantener unos correctos hábitos de higiene bucal es suficiente, además de visitar regularmente a tu odontólogo.

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