Una extracción dental puede ser algo muy positivo para tu salud, si así te lo recomienda tu experto en cirugía dental. Aunque parezca algo invasivo y que puedas tener ciertos reparos, la mejor manera de acudir tranquilo a una extracción dental es saber todo acerca de ella. Aquí, te lo contamos para que acudas confiado y calmado a tu cita.
Cuándo hacer una extracción dental
Existen varios motivos por los que tu dentista podría recomendarte extraerte una pieza dental. Los principales son que una pieza dental está dañada, extremadamente erosionada, que se haya partido y no pueda repararse o que tenga una infección. Se trata de situaciones en las que sacando el diente se previenen males mayores, por lo que es imperativo que confíes en el criterio de tu dentista.
La extracción de la pieza puede ser de dos tipos: simple o quirúrgica.
Extracción simple
Si la pieza puede verse por encima de la encía y está lo suficientemente distanciada de la misma no es necesaria cirugía. Se aplica anestesia en la zona y el dentista afloja el diente y lo extrae.
Extracción quirúrgica
Cuando el diente no ha salido de la encía, se ha partido por debajo o está tan erosionado que no puede sacarse con fórceps, es necesario intervenir quirúrgicamente. En este caso, también se duerme la zona y se procede a la intervención con una pequeña incisión y una sutura.
Cuidados dentales antes de una extracción
Tras revisar el dentista tu historial y comprobar que se puede realizar la extracción, debes tener los siguientes cuidados previos:
- Tu dentista te prescribirá antibióticos, al menos, dos días antes de la intervención.
- Descansa lo mejor posible en los días previos. El descanso favorece nuestras defensas y con esto conseguirás ponérselo más difícil a cualquier infección.
- No es recomendable beber alcohol, como mínimo, dos días antes.
- La noche anterior trata de tomar una cena ligera.
- Si es una situación que te ponga nervioso, trata de trabajar la relajación los días anteriores.
Cuidados dentales tras una extracción
Tras la intervención, recuerda no conducir, ya que la anestesia puede afectar tu capacidad de reacción, aunque creas que se te ha pasado. Otras precauciones a tener en cuenta son:
- Recuerda tomar los antiinflamatorios que te recete el dentista cuando te lo indique. Si olvidas tomarlos y te das cuenta cuando ya ha aparecido el dolor será más intenso y difícil de eliminar.
- El dentista te dará a morder una gasa en la zona donde se ha retirado el diente. Debes mantenerla durante veinte o treinta minutos y después cambiarla por otra limpia. De este modo, reduces la sensación de dolor y el sangrado. Recuerda que hasta 24 horas después es normal que puedas sangrar intermitentemente.
- Si aparece hinchazón, aplícate una bolsa de hielo.
- Al dormir procura hacerlo con la cabeza algo levantada.
- No fumes, al menos, durante las siguientes 24 horas.
- No hagas deporte las siguientes 24 horas.
- No comas semillas o alimentos que las contengan, porque podrían quedarse en la zona intervenida y resultar difícil retirarlos.
- No tomes bebidas calientes.
Siguiendo estos cuidados, someterte a una extracción dental será algo muy sencillo. ¿Has tomado buena nota?
